El año pasado fui muy crítico con el cartel y la
organización del Azkena. En mi opinión, hubo muchos aspectos (ausencia de un
cabeza de cartel para el sábado, política de comunicación errónea o inexistente,
sonido e infraestructura deficientes,…) que no estuvieron a la altura, ni de la
historia y la categoría del festival, ni de las expectativas creadas en los
fieles seguidores del mismo.
Pero igual que digo esto, es de justicia también decir
que, a mi modo de ver, la edición de 2016 ha sido sobresaliente en todos los
aspectos. Y esto es algo por lo que hay que felicitar y dar las gracias a la organización.
Llevo ya un buen puñado de “Azkenas” a mis espaldas y,
en ninguno hasta éste, había visto un recinto tan cuidado y preparado con tanto
esmero: decoración atractiva y realizada con gusto, amplias posibilidades de
comida y bebida, baños suficientes y que en todo momento evitaron las largas
colas, diversas actividades paralelas (motorshow, wedding chappel, póker,…),
carpas instaladas para guarecerse de la más que presumible lluvia, escenarios
amplios y dotados de equipos de sonorización que esta vez no merecen reproche
alguno,…
Y, por supuesto, lo que sin duda es lo más importante de todo: un cartel potente, confeccionado
con gusto y rematado con ese regalo que ha sido darnos la posibilidad de ver a
una de las bandas más grandes de la historia.
Me quedo como ejemplo de buen hacer, la forma en que
se solventó el problema generado por la caída, a diez días vista, de Primal
Scream, cabezas de cartel del viernes. La organización, perfectamente podría
haberse escudado en la falta de tiempo para amortizar el puesto, o sustituirles
por alguien de menor nivel. Pero, no sólo no hizo eso, sino que decidió dar un golpe de
efecto contratando como sustitutos a los Hellacopters, banda si cabe aún más
atractiva y difícil de ver. Lo dicho: ¡chapeau por cómo se han hecho este año
las cosas!
Dicho esto, baste ya de temas organizativos y vayamos
al grano. ¿Qué resumen puedo hacer de lo visto y oído en estos dos días de
festival?
VIERNES
Lucinda Williams: primera toma de contacto con el
festival y pequeña decepción. Lucinda lo intentó, pero el concierto estuvo marcado
y deslucido por la persistente lluvia. Espero quitarme la espina viéndola en
sala cuando vuelva por nuestro país.
Blackberry Smoke: me gustaron mucho su propuesta y su
estilo. Por momentos, sonaron como unos hermanos pequeños de mis adorados
cuervos. Aunque a veces se mostraron también algo planos y dieron la sensación
de ir con el piloto automático puesto y guardando energía para el día siguiente (actuaban en el Stone Free Festival de Londres, junto a Alice Cooper entre otros).
No obstante, me encantaría volver a verlos con su show completo.
The Hellacopters: el gran concierto del viernes. Una
banda que transmitió magnetismo y toneladas de actitud encima del escenario. La
presencia de Dregen a la guitarra aporta mucho poderío escénico. Sonaron
compactos y se hicieron acompañar de un juego visual de luces que realzaba aún
más el show. Si he de poner un pero, lo tengo claro: hubiera preferido un
setlist más variado y no centrado casi únicamente en su primer disco. Aun así,
concierto muy pero que muy disfrutable. Espero que decidan seguir adelante con
el proyecto y podamos repetir con ellos en un futuro cercano.
Danzig: un esperpento. Soy fan suyo desde hace muchos
años y me gustaría poder valorarlo de otra forma, pero no sería fiel a la
realidad vivida. Si me he de quedar con alguna parte positiva del show, sería
con su actitud (ese no fue el problema) y con el hecho de haber tenido delante a
un tipo que para mí es mítico, interpretando algunas canciones que también lo
son. Pero, el resto, fue casi todo catastrófico: un sonido malo de solemnidad.
Una banda muy justita, con un guitarrista que abusó continuamente de los
armónicos. Y un Glenn que, a pesar de que lo intentó, nunca pudo demostrar ser
ni la sombra de lo que fue. Desafinando casi con cada frase y teniéndonos todo
el concierto entre la risa y el llanto. Una pena.
SÁBADO
Luke Winslow-King: concierto en la Plaza de la Virgen
Blanca. Y, como suele ser habitual en todos los que allí se celebran cada año,
altamente disfrutable. Blues pantanoso, ritmos criollos y unas pizcas de
country interpretados por una muy buena banda. Tomo nota para cuando volvamos a
tenerlos a tiro.
Radio Birdman: no soy un gran fan suyo, pero por
momentos me gustaron bastante. Sonaron rabiosos y dieron la sensación de estar
poniendo toda la carne en el asador. Una buena primera piedra de toque para ir calentando
la jornada vespertina del sábado.
Imelda May: magnífica. Otro de los grandes conciertos
de esta edición. Tiene canciones. Tiene una enorme banda. Tiene un vozarrón que
tira para atrás. Y tiene un atractivo físico tremendo (si cabe, más ahora con
su nuevo y recién estrenado look). En definitiva, lo tiene todo para seguir
creciendo a pasos agigantados. Un lujo.
The Who: simplemente maravillosos. Un concierto para
el recuerdo. De esos que no se olvidan, pasen los años que pasen. Emocionante,
intenso y divertido, a partes iguales. Con un sonido casi perfecto, un setlist
lleno de hits, una banda tremenda, un Pete inmenso a la guitarra y un Roger
maestro a la voz. Simpáticos y caballerosos. Dos auténticos gentleman. Creo que
a todos se nos pasó la hora y media volando. Y creo que no hubo nadie que no
saliera de allí con una sonrisa de oreja a oreja. Sólo me cabe decir una cosa
más: gracias Azkena por haberlo hecho posible.
Marky Ramone's Blitzkrieg 40 Years of Punk: perfectos
para descargar adrenalina después de la tensión emocional del concierto
anterior. Hora y cuarto ramoniana, sin descansos ni sorpresas. One, two, three,
four! Mención especial al cantante que se ha sacado Marky de la manga en esta
ocasión: una bestia parda de escenario que hace recordar tremendamente al
añorado Joey. Perfecto broche al fin de semana.
Y sí, lo sé, amigos. En el cartel había muchas bandas
más…Y hubiera visto gustoso a algunas de las que me perdí, como The London
Souls, Vintage Trouble, 091, Fields of Nephilim o Supersuckers. Pero cuando uno
acude a un festival, ya lo hace sabiendo que es imposible abarcarlo todo. Yo,
con lo que elegí, tuve más que de sobra para irme satisfecho y pensando en la
edición del año que viene...
Enhorabuena a la organización. The kids are alright! ¡Nos vemos en el
Azkena 2017!
2 comentarios:
Muy bien expuesto y añado algún detalle.
091 tocaron y sonaron como nunca.Brutal¡
Un grupo simpático, con buena escena y sonido fueron el trío Vintage Caravan. Habrá que seguirles.
Una cosa que me pasó y que siento es no tener un minuto libre de conciertos para visitar las tiendas.Me hubiese gustado comprar algo.
Saludos
Efectivamente, me quedé con ganas de ver a 091...Me dio rabia que su actuación coincidiera con una hora en la que mi prioridad era ya coger buen sitio para ver de cerca a los Who. Y tampoco me hubiera importado para nada catar a Vintage Caravan. Todas las opiniones que he leído y oído sobre ellos coinciden en que dieron un gran concierto. Tomo nota para cuando vuelva a tenerlos a tiro! Un saludo y gracias por pasarte por el blog y comentar!
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