jueves, 26 de diciembre de 2019

Lo mejor de 2019 (II)


Cerramos este 2019 con casi media centena de conciertos vistos. Algunos, fabulosos. Otros, simplemente buenos. El listón estaba muy alto, sí. Los años predecesores, creo que fueron imbatibles en cuanto a cantidad y calidad de shows para el recuerdo. Pero, la cosecha de éste, tampoco ha sido cosa a despreciar. ¡Ni mucho menos!

Comenzamos el año al ralentí, con poco que echarnos a la boca. Pero eso sí, casi todo ello muy disfrutable. El primer bolo, el de mis paisanos Vallarna, magnífica banda de folk y debilidad personal absoluta. Tras ellos, y también en Valladolid, vimos a los incombustibles Ilegales. Segunda vez en los últimos tiempos y segundo triunfo.


Febrero dio paso al gran Wilko Johnson, al que vi algo más cascado que en la última ocasión de hace unos años. Pero, aun así, sólo seguir viéndole, es ya una fabulosa noticia. Y, ojo al telonero que llevaba: un tejano llamado Jesse Dayton que sencillamente nos maravilló.

Marzo comenzó a ritmo de blues. Primero con Velma Powell y mis también paisanos Bluedays. Y, después, con Red House, unos clásicos ya del género.


Slash fue el siguiente en pasar ante nosotros. Y, aunque “el chisteras” no se marcó un mal concierto, tampoco consiguió enamorarnos.

Tras una visita a Toledo para ver a la “soulera” Shirley Davis y otra a Valladolid para ver a los Zigarros, llegó uno de los momentos más esperados del año...

El 16 de abril partimos rumbo a Nueva York para, entre otras muchísimas cosas, ver un par de conciertos. El primero, en la mítica sala Iridium (nos encantó), donde el “Allman Brother” Jaimoe y su banda fueron los protagonistas. Y, el segundo, el que a la postre sería nuestro favorito de 2019: Rival Sons y The Sheepdogs, mano a mano en un difícilmente batible doble cartel.



El mítico Ennio Morricone, acompañado de una enorme orquesta, nos trajeron en mayo una fantástica velada de música de cine (pelos de punta con el “Ecstasy of Gold”, el “Man with a harmónica”, “La misión” y otros tantos temas…).

Y, con ello, nos plantamos en junio y el siempre esperado fin de semana del Azkena Rock (¿qué sería de nosotros sin este festival?). Stray Cats, Blackberry Smoke, Lucero, The Living End, Inglorius, y The B-52s fueron nuestro menú del primer día. Y Wilco, The Cult, Tesla, Morgan, Phil Anselmo y Danny & The Champions Of The World nos dejaron un sobresaliente sábado y cerraron otro Azkena (uno más) mágico y para el recuerdo.


Sin solución de continuidad, llegó el turno del gran Elton John que, en su gira de despedida, nos dejó en Madrid un concierto enormemente divertido y de muchísimo nivel.

Y, antes de que acabase el mes, aun teníamos una bala más en la recámara, en forma de viaje a Gredos para ver, dentro del festival Músicos en la Naturaleza, a Sir Rod Stewart, teloneado por los fabulosos Waterboys.

El primer fin de semana de julio llevaba tiempo reservado para una nueva visita a nuestra adorada Londres. ¿El motivo? Ni más ni menos que asistir el sábado, en el estadio de Wembley, a uno de los (para nosotros) grandes carteles del año: The Who, Eddie Vedder, Imelda May y los Kaiser Chiefs. Y, el evento, ¡no decepcionó!



Eso sí, al día siguiente, hubo que tomar rápido el avión de vuelta, para poder llegar a tiempo a otro concierto de estadio (en este caso, en el Wanda): el de un Bon Jovi, que nos dejó un sabor algo agridulce. Dulce por el setlist y su banda. Pero agrio por la pobre voz del propio John.

Las madrileñas “Noches del Botánico”, nos han permitido, en los últimos años, ver grandes eventos. Está vez, sólo uno nos encajó en la agenda, pero también fue de categoría. Blues de altos quilates con Billy Gibbons, Joe Louis Walker, Kris Barras, Kenny Aronoff  y el resto de los Supersonic Blues Machine.

El sorprendente y tardío anuncio de que The Cult iban a tocar en la Riviera en pleno agosto, hizo que interrumpiéramos nuestras vacaciones para plantarnos allí. No hubo duda, amigos. Ya sabéis que, por Astbury y Duffy, hacemos lo que haga falta.


Llegó septiembre, y con él, algunos conciertos organizados en el marco de fiestas patronales. Los primeros, los de los animados Cañoneros y los sorprendentes (para bien) Franz Ferdinand en Valladolid. Los siguientes, los de Tarque (fantásticos él y su banda) y Los Secretos (interrumpidos por la lluvia) en Majadahonda.

El último trimestre, comenzó con la emotiva despedida de Burning en la Riviera y continuó con otro de los pelotazos del año. El de los noruegos Gluecifer, que noquearon a los presentes con un bolaco a la altura de pocos. Nosotros, ya los habíamos visto un par de veces (en la gira de despedida 2008 y en el regreso del Azkena 2018) y sabíamos de lo que eran capaces. Pero, cualquiera que aún no lo hubiera hecho, aún debe estar preguntándose de dónde demonios han salido estos tíos…


No es que Green Day sea precisamente nuestra banda favorita pero, antes de terminar octubre, nos surgió la posibilidad de pillarlos interpretando su disco “Dookie” en la Riviera. El hecho de no haberlos visto nunca y poder hacerlo en formato reducido, nos animó y allí nos plantamos. Aunque lo visto, tampoco nos fascinó.

Y, con ello, nos metimos en noviembre, mes que tenía un claro objetivo: The Wildhearts. Soy muy fan de la banda desde hace 25 años y, hasta ahora, nunca les había tenido a tiro. Así que, la espina que me saqué, fue inmensa. Y ¡cómo me lo pasé, amigos! ¡Qué buenos son estos tíos! Por cierto, ojo a los teloneros (Capitan Booster), grupo paralelo de los guitarras de Uzzhuaia y que también se cascaron un gran show.


Nos gustaron tanto Morgan en el Azkena, que estábamos deseando pillarlos a ellos solos en algún otro concierto de la gira. Y la oportunidad llegó en diciembre, en el vallisoletano Teatro Carrión. Falto el factor sorpresa de junio (obvio), pero el sonido fue estupendo, Nina cantó fenomenal y la banda tocó de la leche. Además, pudimos charlar con ellos al final y nos parecieron gente maja. Otro punto positivo para ellos. Y una gran forma de cerrar nuestro año de conciertos. Esperemos que, 2020, sea al menos como éste.


Mi “Top” de conciertos 2019:

1.- Rival Sons + The Sheepdogs - Brooklyn Steel, Nueva York (21/04/2019)
2.- The Who + Eddie Vedder + Kaiser Chiefs + Imelda May - Wembley, Londres (06/07/2019)
3.- Tesla - Azkena Rock Festival, Vitoria (22/06/2019)
4.- The Wildhearts + Capitan Booster - Sala Mon, Madrid (30/11/2019)
5.- Gluecifer - Sala BUT, Madrid (25/10/2019)
6.- The Cult - La Riviera, Madrid (21/08/2019)
7.- Stray Cats - Azkena Rock Festival, Vitoria (21/06/2019)
8.- Elton John - Wizink Center, Madrid (26/06/2019)
9.- Morgan - Azkena Rock Festival, Vitoria (22/06/2019)
10.- Jaimoe's Jasssz Band - Iridium, Nueva York (17/04/2019)
11.- The Cult - Azkena Rock Festival, Vitoria (22/06/2019)
12.- Rod Stewart + The Waterboys - Músicos en la Naturaleza, Gredos (29/06/2019)
13.- Wilco - Azkena Rock Festival, Vitoria (22/06/2019)
14.- Supersonic Blues Machine - Jardín Botánico, Madrid (30/07/2019)
15.- Morgan - Teatro Carrión, Valladolid (06/12/2019)


lunes, 23 de diciembre de 2019

Lo mejor de 2019 (I)



Rival Sons y su enorme “Feral Roots”. The Wildhearts y su poderoso “Renaissance Men”. Tedeschi Trucks Band y su elegante “Signs”. The Who y su sorprendente (para bien) “Who”. The Magpie Salute y su “High Water II”…

Stray Cats y su fantástico “40”. Tesla y su deflepparizado “Shock”. Whitesnake y su “Flesh & Blood”. Michael Monroe y su adictivo “One Man Gang”. Loquillo y su “Último Clásico”.

The Black Keys y su “Let's Rock”. Danko Jones y su “A Rock Supreme”. L.A.Guns y su “The Devil You Know”. The Allman Betts Band y su “Down To The River”. Thunder y su “Please Remain Seated”.

The Quireboys y su “Amazing Disgrace”. Duff McKagan y su “Tenderness”. Tom Keifer y su “Rise”. Inglorious y su “Ride to Nowhere”. The Last Internationale y su “Soul On Fire”.

Esos (y algunos otros) han sido mis discos de cabecera durante este 2019. Y, como no podía ser de otra forma, son la base sobre la que he confeccionado esta lista resumen del año. Ya sabéis, es sòlo Rock&Roll...But we like it!



viernes, 21 de diciembre de 2018

Lo mejor de 2018 (II)


Fantástico. Así es como puedo calificar, desde el punto de vista conciertístico, a este 2018 que estamos a punto de cerrar. Un año, marcado por el punto álgido de mis visitas al Reino Unido para ver a Clapton y a los Stones. Pero en el que, más allá de esos dos grandes, ha habido mucho y bueno donde elegir.

Lejos quedan, eso sí, los tiempos en que superaba la centena de conciertos anuales. Por unos u otros motivos, llevo algunas temporadas ya moviéndome en torno a la mitad. Y, en este 2018, son algo más de 40 las muescas hechas en mí revolver. Eso sí, casi la totalidad de ellas, dignas de recomendación.

Rompí el hielo en enero con una escapada a Toledo para ver a los Coronas presentar su nuevo álbum y ver, después de muchos años de haberlos perdido la pista, cómo su inconfundible surf-rock sigue sin moverse ni un milímetro de donde lo dejé. Y, antes de finalizar el mes, llegó “Last Dance With Tom Petty”, el esperado homenaje de un montón de músicos (Tarque, Burning, Los Secretos, Erentxun, Los Zigarros,…) reunidos en Madrid con el objetivo de rendir tributo al genio de Gainesville. Magnífica y emotiva iniciativa.

Febrero tuvo un claro ganador: Metallica. James Hetfield y sus huestes, vinieron, vieron, vencieron…y pusieron patas arriba el Palacio de Deportes de Madrid, en un concierto pleno de intensidad, calidad y mala leche.



En marzo, volvimos a tener por aquí a Chris Robinson y su hermandad. Y estuvo bien, sin más. Era mi segunda vez con él en un año (aun quedaría una tercera en junio) y, perdido el factor sorpresa inicial y aun reconociendo la enorme calidad de la banda, voy teniendo claro que me aburre un poco su propuesta. ¡Ojalá los hermanos se dejasen de estupideces y los cuervos volviesen a casa por navidad!

En abril, acudimos a ver el espectáculo guitarrístico “G3”, con el maestro Satriani y su escolta, formada, esta vez, por John Petrucci y Uli Jon Roth. Fenomenal el primero, pasable el segundo y prescindible el tercero. Ese fue mi veredicto del show.

Mayo me permitió liberarme de un viejo trauma conciertístico: haberme perdido, en 2011, a Roger Waters con su “The Wall”. Y, la parte musical, en sí, no defraudó: alucinantes los efectos visuales (la fábrica echando humo, el cerdo rosa volando, la pirámide láser…bufff…), enorme la banda y fantásticos el set list y el sonido. Pero…¡Diantres! ¡Por momentos creí que aquello era un mitin y no un concierto de Rock N’ Roll! Sé que eso será cuestión de gustos, sí. Pero, en mi opinión, tanta soflama política hace que pierda parte de mi interés en el show.



Y, con Junio, llegó la época álgida de festivales, siendo el primero en nuestra lista el “Garage Sound”. Sólo pudimos asistir a la primera de sus jornadas, pero fue suficiente para reafirmarnos, al igual que ya hicimos el año anterior, en que nos gusta (y mucho) el rollo que lleva y el cariño con que está hecha su programación. Vale, sí, Buckcherry quizás nos defraudaron. Pero vimos a Hardcore Superstar y Danko Jones dando muy buenos conciertos. Y, sobre todo, vimos a The Temperance Movement, marcándose un bolo antológico y demostrando (en mi caso, por segunda vez) que, si hubiera justicia, debería ser una banda llamada a liderar los años venideros en el mundo del rock.

Mientras tanto, los Stones estaban ya enfrascados en su gira por UK y, mí fecha de Cardiff elegida para cazarlos, por fin llegó. ¡Qué os voy a contar, amigos! Pues que, como no podría ser de otra forma (y dejé aquí escrito), fue un magnífico y emocionante show.



El Azkena Rock Festival es ya un fijo para mí en las quinielas. Adoro ese fin de semana de finales de junio en Vitoria, en el que casi lo que menos importa (¡perdón!) son las bandas que conforman el cartel. Van Morrison, Chris Robinson Brotherhood (de nuevo), Dead Cross, Rival Sons, The 5.6.7.8's y Girlschool fueron nuestro aperitivo del viernes. Un viernes, musicalmente inferior a otros años. Pero que sirvió de calentamiento para uno de los mejores sábados azkeneros que recuerdo. Un sábado sin tregua, que comenzó, desde por la mañana, con James Taylor Quartet y se remató, de forma inmejorable por la tarde, con Mott The Hoople, Turbonegro, Joan Jett y Gluecifer. ¡Formidable, sí señor!


Antes de que acabase el mes, aún nos quedaba un tercer festival: el Download. He de decir que, el cartel, en un 80%, me interesaba poco tirando a nada. Pero sí tenía 5 o 6 cosas concretas que llamaban mi atención lo suficiente como para meterlo en la agenda y plantarme allí. Backyard Babies y Marilyn Manson el jueves (bien, sin más, ambos dos). Guns N' Roses el viernes (muy bien, pero no tanto como el año anterior en el Calderón). Y los Hellacopters, Judas Priest y Ozzy Osbourne el sábado (imperiales los primeros, muy bien los segundos y maravilloso el tercero). Ese fue mi plan. Y, en líneas generales, me gustó.



Julio tenía tres citas importantes para nosotros: la primera, Lenny Kravitz quien, sin llegarme a matar, sí me pareció que ofreció un buen show.

La segunda, y a la postre más importante del año (con permiso de los Stones), tuvo como protagonistas a Clapton, Santana y Steve Winwood, en una maravillosa e inolvidable tarde en Hyde Park. Abrió fuego Winwood quien, junto al sol que apretaba fuerte en ese momento, nos hizo entrar en calor. Tras él, fue el turno de Santana, al que nunca había pillado en directo y cuya propuesta nos encantó. Y por fin le tocó el turno a Mr. Slowhand, quien literalmente nos emocionó. Sí, quizás su escenario natural es el Royal Albert Hall y no éste (doy fe de ello, después de haberle visto en ambos sitios) pero ¡qué carajo! ¡su concierto fue muy bueno! ¡y la compañía que tuve en él, tan buena o mejor!.



Tan sólo un día después de volver de Londres, teníamos una nueva cita. Y, ni más ni menos, que con Little Steven y sus Disciples Of Soul. Buen concierto también el suyo, pero algo me faltó. Quizás andaba yo aún con la cabeza en Hyde Park. O quizás simplemente me pilló cansado. Pero su propuesta no acabó de calarme por completo. Espero poder darle otra oportunidad.

Tras mes y medio de parón, enfilamos septiembre con Jeff “bestia parda” Angel y sus Walking Papers, magníficos como de costumbre.


Octubre comenzó en Valladolid, con un concierto de blues a tres bandas: los magníficos Travellin' Brothers, el gran guitarrista Ian Siegal y la sorprendente y gran triunfadora de la noche, Ina Forsman, quien nos cautivó con su pedazo de voz.

El siguiente en la lista fue Halestorm, unos tipos con quienes musicalmente no conecto mucho, pero que tienen como principal activo a la gran nueva RockN’Roll Star femenina del momento. Una tipa llamada Lzzy Hale, auténtico torbellino sobre el escenario, que canta y toca de la leche y a la que se le caen de los bolsillos la pose, el carisma y la actitud.

Siempre me gustaron mucho Uzzhuaia. Creo que tenían calidad y argumentos como para haber llegado mucho más lejos de donde lo hicieron. Por ello, me entristeció su separación hace algunos años. Y, por ello, me hizo especial ilusión asistir, a finales de octubre, a su emotivo, intenso y genial concierto de reunión.



El carismático bluesman Walter Trout fue mi primer show de noviembre. Y, tras él, llegó otra de las, para mí, citas más esperadas del año: The Magpie Salute. Su concierto no fue perfecto. Probablemente, les falte algo más de rodaje como banda y, sobre todo, más y mejores temas. Pero, después de verlos, sí creo tener meridianamente claro que, la propuesta que ofrecen, me gusta más que la Chris Robinson y su hermandad. Aun así, repito a ambos hermanitos lo dicho arriba: ¡que se dejen de leches y retomen a los Black Crowes!


Después de cerrar el mes en Valladolid con unos, esta vez, decepcionantes Supersuckers, encaramos diciembre con dos balas aun en la recámara. La primera, la de la “superbanda” The Dead Daisies y su hard-rock de altos quilates, quien nos ofrecieron un muy buen show. Y, la segunda, con los actuales reyes del rock melódico y una de mis grandes debilidades desde hace algún tiempo: Erik Gronwall y sus H.E.A.T. ¡Qué mejor forma, que con ellos, de finalizar un fenómeno año de rock!



Mi “Top” de conciertos 2018:
2.- Eric Clapton, Santana & Steve Winwood - Hyde Park, Londres (08/07/2018)
3.- Metallica - Wizink Center, Madrid (03/02/2018)
5.- Ozzy Osbourne – Download Festival, Madrid (30/06/2018)
8.- The Temperance Movement - Garage Sound Festival, Madrid (08/06/2018)
10.- Guns N' Roses - Download Festival, Madrid (29/06/2018)
11.- Uzzhuaia - Sala Cool Stage, Madrid (27/10/2018)
13.- The Magpie Salute - Sala But, Madrid (12/11/2018)
14.- The Hellacopters - Download Festival, Madrid (30/06/2018)
15.- Walking Papers - Sala Changó, Madrid (22/09/2018)

martes, 18 de diciembre de 2018

Lo mejor de 2018


¡Diablos! ¡Otro año que ha pasado ya volando! Un año, además, musicalmente muy interesante, en el que, de nuevo, he podido asistir a inolvidables conciertos. Un año en el que creo han predominado las cosas buenas sobre las malas. Un año en el que hemos tenido un notable puñado de nuevos álbumes para disfrutar. Álbumes que me han gustado, encantado o directamente maravillado. ¡Vayamos con ellos!

Me ha gustado “Purple House”, lo nuevo de Robben Ford (¡qué clase tiene este tío). Me ha gustado el retorno de Jeff Angel (¡un torbellino en directo!) y sus Walking Papers con “WP2”. Me ha gustado poder catar las sesiones perdidas del “Give Out But Don't Give Up” de Primal Scream en Memphis. Me ha gustado seguir oyendo a Buddy Guy decir que "The Blues is Alive and Well". Me ha gustado el “Changing Colours” de los enormes Sheepdogs.

Me ha gustado volver a escuchar la voz de Tarque puesta al servicio de un gran disco de Rock N’ Roll. Me ha gustado tener a Reef de vuelta con “Revelation”, tantos años después. Me ha gustado el “Blow Your Mind” del gran Wilko Johnson (le tendremos por aquí presentándolo en febrero). Y me ha gustado el “Find A Light” de los cada vez más consolidados Blackberry Smoke.    
      

Me ha encantado el esperado “High Water I” de The Magpie Salute (un disco que crece y crece con cada escucha). Me ha encantado  Black Coffee”, la nueva colaboración entre esas dos bestias pardas llamadas Beth Hart y Joe Bonamassa. Me ha encantado la grata sorpresa de “Egomania”, el retorno de Hank Von Hell. Me ha encantado  Mon pays c'est l'amour”, el álbum póstumo de Johnny Hallyday. Y me han encantado Billy Gibbons y su guitarra en “The Big Bad Blues”.

Me ha maravillado “Among The Ghosts” de Lucero, una banda que no tenía inventariada y descubrí a raíz del anuncio del cartel del Azkena. Me ha maravillado el Glam-Punk-Rock macarra de Turbonegro en “RocknRoll Machine”. Me ha maravillado “A Deeper Cut” de The Temperance Movement (¡qué buenos son estos tíos!). Me ha maravillado “As Long as I Have You”, el disco en solitario de Mr. Roger Daltrey. Y me han maravillado cada una de las joyas contenidas en “An American Treasure”, la golosina que Tom Petty nos guardó…

Permitirme que os presente a todos ellos en esta compilación:


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