Primero fue Joey quien se nos fue. Pero pocos meses después le tocó el turno a Dee Dee, víctima de una sobredosis con la maldita heroína. Parece que fue ayer, pero han pasado ya diez largos años desde ese 5 de junio de 2002. Fue (y es) realmente duro para los fans asimilar cómo tres de los cuatro miembros originales del grupo fallecían en tan corto espacio de tiempo (Johnny lo hizo en 2004). Casi como una maldición divina.
En la fórmula ramoniana, cada uno cumplía su papel: si Joey era el alma pop “beatleiano” y Johnny la esencia más rockera, Dee Dee era el claro espíritu punk y rabioso de la banda. El artífice de esos míticos “one, two, three, four” berreados antes de cada canción. El amigo del alma de Johnny Thunders (“Chinese Rock”), de Sid Vicious y su inseparable Nancy (“Love Kills”), de Stiv Bators (“Poison Heart”), de Iggy, de Bowie, de Joan Jett y de tantos otros “balas perdidas” de la época.
En 1996, lo vi en directo en una sala relativamente pequeña y recuerdo que fue una noche de sentimientos contradictorios: por un lado, el concierto fue realmente lamentable, desde el punto de vista musical. Dee Dee estaba en condiciones penosas y la banda que le acompañaba (entre ellos su mujer) no contribuía para nada a mejorar la situación. Como detalle, os contaré que por lo menos en 2 o 3 canciones iban tan descompasados que tuvieron que parar y volver a empezar…Pero por otro lado, qué demonios, era el jodido Dee Dee Ramone quien estaba tocando a un metro de nosotros y eso lo perdonaba todo!!!
Después del concierto, tuve la oportunidad de estrecharle la mano, intercambiar algunas palabras e irme para casa con la entrada dedicada por él y una sonrisa de oreja a oreja, pese al bochorno musical. Al fin y al cabo, ¿qué mejor ejemplo de la actitud punk de la que os hablaba? Grande Dee Dee Ramone!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario