Llevo tiempo sin escribir por aquí. Lo sé, amigos. Y no precisamente por falta de acontecimientos o cosas que contar. En este par de meses trascurridos desde mi último post, he visto buenos conciertos (como el de Iron Maiden en el Sonisphere madrileño) y oído grandes discos que ponen ya alto el listón de lanzamientos de 2013 (como el de Bowie, el de Tom Keifer, el de Black Star Riders o el de Black Sabbath, por citar cuatro claros ejemplos).
Me gustaría haber hecho críticas y
crónicas de todos ellos, de forma relajada y extensa. Pero un aumento en la
carga de mis ocupaciones diarias en los últimos tiempos me lo pone realmente
difícil.
Dicho esto, lo que no quería dejar
pasar, era la oportunidad de comentar las dos semanas que musicalmente tengo
por delante. Sin duda, las de mayor concentración conciertística en lo que va
de año.
Daré el pistoletazo de salida pasado mañana. Será un día que, como amante del classic rock, llevo meses esperando. Poder ver de nuevo a Def
Leppard, acompañados de Whitesnake (dos de mis bandas favoritas de siempre) y
Europe en un mismo show, no es moco de pavo. A los tres los he visto una única vez, curiosamente
en el mismo escenario: el del añorado Arrow Rock Festival holandés. Pero de eso
hace ya una buena tanda de años y ya va siendo hora de repetir.
Al día siguiente tengo ticket para ver a
Bon Jovi en el estadio Vicente Calderón, aunque confieso que esto no me hace
tanta ilusión, tras las últimas noticias que llegan a mis oídos. La baja en la gira del gran Richie
Sambora pesa como una losa en mis ganas de acudir al evento.


Qué sería de la vida sin todos estos momentos. Y qué sería de nosotros sin la música. Ya sabéis: es sólo Rock&Roll, but I like it!!!