Me siento tremendamente afortunado por haber podido estar el pasado sábado en Bilbao. Por haber podido ser partícipe en directo del alucinante concierto que nos regaló la que ya es sin duda una de las BANDAS con mayúsculas de la historia del Rock. En mi opinión, la más grande de entre las surgidas en las últimas dos décadas: The Black Crowes.
Hace dos años en el Azkena, salí de su show absolutamente fascinado. Creyendo haberlos visto en el pico más alto de su carrera y con la sensación de que aquello iba a ser difícilmente superable. Pero lo del sábado en Bilbao sencillamente fue de otro planeta, complicado de describir con palabras. Los que estuvieron allí, seguro que me entenderán.
Chris Robinson estuvo colosal, carismático a más no poder. Dando una auténtica lección de canto y demostrando ser un frontman como la copa de un pino.
Su hermano Rich, en su línea, ya sabéis: antipático a más no poder, pero tremendamente sobrio, preciso y haciendo sonar a su guitarra como los mismos ángeles.
El acompañamiento de Steve Gorman, Sven Pipien y Adam MacDougall a la batería, bajo y teclas respectivamente (esta vez no trajeron coristas), desempeñando una labor algo más oscura pero en todo momento en su sitio. Sin que se les pueda realizar absolutamente ningún reproche.
Y he dejado adrede para el final a Luther Dickinson, porque merece la pena recalcar que lo suyo fue sencillamente espectacular, de auténtica bestia parda. Creo que el otrora debate y las comparaciones entre su labor y la de Marc Ford ya comenzó hace tiempo a caer del lado de Luther y noches como ésta no hacen sino reafirmarlo. Sinceramente pienso que es muy difícil tocar la guitarra mejor y con más feeling de lo que lo hizo él el sábado (espectacular su manejo del slide!!!).
Fueron 12 temas y 90 minutos de show que se hicieron cortos (otro bis con un par de canciones más hubiera sido ya el acabose…):
Jealous Again / Hotel Illness / Good Morning Captain / Soul Singing / Wiser Time / Poor Elijah-Tribute To Johnson / Been a Long Time (Waiting on Love) / Thorn In My Pride / Hard to handle / She Talks To Angels / No Speak No Slave / Remedy
Pero no se trata de cantidad sino de calidad y por ello creo que todos los allí presentes abandonamos el recinto con una sonrisa de oreja a oreja. Solamente el oír la apoteósica parte final de “Been a Long Time”, con los duelos de guitarra entre Rich y Luther (imposible superar el nivel de feeling de ese momento…), o el sorprendente y brutal cierre antes del bis con “No Speak No Slave” (4 de los 12 temas fueron del Southern Harmony!!!) ya mereció completamente la pena
En resumen, una banda sólida como una roca, en absoluto estado de gracia y haciendo un tremendo set list en una noche para mí ya mágica. Solamente nos queda esperar que su anunciado descanso sea breve y volvamos a disfrutar pronto de ellos.
Goodnight To The Bad Guys!!!
1 comentario:
Totalmente de acuerdo contigo, aun se me ponen los pelos de punta pensando en el conciertazo del sábado. Acojonante, bestial, mágico,...bufff que subidón !!!!
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